miércoles, 25 de marzo de 2015

EL JARDÍN SECRETO

¡¡Feliz primavera, bloggers!!

Por fin se ha acabado el invierno (aunque no lo parezca), lo que significa que ya queda menos para la época de terrazo, la ropa de verano y lo mejor de todo: ¡las vacaciones! Pero no adelantemos acontecimientos, que aún tenemos por delante un montón de exámenes y demás cosas aburridas que hacer :(

Hace unos días fue mi cumple (ya 27, ufffff.....) y estuvimos celebrándolo en un sitio muy chulo (pinchad aquí si queréis un adelanto), pero hoy no os voy a hablar de él, ya que esta vez os voy a llevar al lugar donde celebramos el 30 cumpleaños de Tony hace un par de semanas y del que salimos totalmente fascinados.

Os presento El Jardín Secreto, un precioso restaurante en la calle Conde Duque 2 (metro Plaza de España L2, 3 y 10). Os aconsejo entrar en su web para que os hagáis una idea de qué os vais a encontrar y ya de paso ver fotos, la carta, etc.

Este restaurante nos lo recomendó mi amiga Gala y nos dijo que era un sitio guay para "eventos especiales", ¡y lo cierto es que acertó de lleno! También nos comentó que la decoración era "exótica" aunque yo no sabría muy bien como si es exótico, kitsch, selvático, de cuento de hadas (unicornios y enanitos incluidos) o de bosque encantado, el caso es que no deja a nadie indiferente. ¡Ah! Y tal y como nos dijo ella, la visita a los aseos es imprescindible ^^


En efecto, las fotos son malísimas, así que cotillead por Internet o mejor aún, vedlo en persona


[[Os adelanto que la carta es muy, muy extensa y los nombres bastante "complicados", por lo que tomaos vuestro tiempo para leer todas y cada una de las páginas]]

Otra de las recomendaciones que nos hizo, fue pedir algún cóctel y/o limonada, así que eso es lo primero que miramos de la carta, y tras un rato dándole vueltas al tarro elegimos dos cócteles sin alcohol: un Mai Tai (cuyos ingredientes no se pueden revelar) y un Citric Revolution (a base de un montón de cítricos bien ácidos).

Citric Revolution y Mai Tai. Una pasada, ¿verdad?

El Citric estaba especialmente bueno (adoro las frutas ácidas y mezclar cuantas más mejor), pero la presentación del Mai Tai nos dejó sin palabras, y estaba delicioso también.

Lo siguiente que pedimos fue un entrante. Tienen muchos donde elegir y los carpaccios de carnes exóticas (cebra, camello...) nos llamaban muchísimo la atención, pero como íbamos a pedir carne para los principales, acabamos eligiendo los aguacates rellenos (de maíz, melocotón, huevo, setas...) acompañados de salsa de yogur.

Hay que ver lo que me gusta a mí el agucate, ¡qué maravilla de fruta!

Como veis la ración es más que generosa, así que nos pusimos las botas y rebañamos la cazuela hasta dejarla impecable, ¡jeje! Rico, muy rico, no nos esperábamos que fuesen a estar tan buenos.

A los principales también tuvimos que darles más de una vuelta porque todos parecían tremendamente apetecibles, pero como solo podíamos elegir dos (una lástima no tener 4 o 5 estómagos y algo más de dinero, ¡jaja!) nos quedamos con el rabo de toro con chocolate y los canelones de confit de pato.

Rabo de toro (dcha) y canelones de pato (izq)

Mi madre siempre decía que un restaurante se ganaba su respeto si el rabo de toro estaba bien hecho; y yo opino lo mismo. En este caso, no solo se merece todo mi respeto, sino además una reverencia: jugoso, tierno, sabroso... ¡Una delicia! Los canelones de pato también estaban muy, muy buenos, y ni que decir tiene que mojamos pan hasta dejar el plato limpio, ¡jeje!

 Para el postre nos habían recomendado la carrot cake, pero encontramos algo que parecía hecho a nuestra medida: tarta de queso con salsa de chocolate. Tony es un grandísimo amante de las tartas de queso en todas sus variantes y a mí el chocolate me vuelve loca, así que os podéis imaginar lo que disfrutamos con este postre, ¡cosa mala!

¡Tarrrrta! Muy cuqui el detalle del corazón, ¿a que sí?

Aún se me cae una lagrimilla al pensar en lo buenísima que estaba :_) La próxima vez intentaremos probar otro, ¡pero no prometo nada!

Por todo lo que habéis visto/leído pagamos 48€, y creo que por 25€ por persona no se puede comer mejor.

Todos los camareros que nos atendieron fueron muy agradables y atentos, y a pesar de estar hasta los topes, no tuvimos que esperar más de lo normal entre plato y plato.

Como ya os digo, estaba completamente lleno, así que es indispensable reservar si vais en fin de semana o similares.

Solo abren por la tarde, por lo que también podéis ir a merendar y tomar una limonada o un té, o una copa ya más entrada la noche.

¡Uy! Casi se me olvida decir que parte de la carta es vegetariana, así que ¡no os podéis quejar, amigos veggies!

Valoración general: un 9.5. Fue una cena maravillosa, en un ambiente encantador y, además, con una compañía inmejorable, ¿qué más se puede pedir? Por poner algún pero os diré que pasé un pelín de frío (como es habitual en mí, por otro lado) pero supongo que fue porque estábamos pegados a la ventana (¡nos dieron una mesa de ensueño!). Otra cosilla sin mucha importancia también, es que nos trajeron el entrante antes que los cócteles, pero llegaron bastante rápido, así que tampoco fue problema. Lo que sí me llamó la atención fueron los aseos, que a pesar de ser muy monos, me parecieron excesivamente pequeños e incómodos, y no sé qué solución le darían a alguien con movilidad reducida que tuviera que usarlos.

Bueno, ¿qué os ha parecido? ¿Fue o no una noche fetén? Lo cierto es que os recomiendo este sitio muy mucho sobre todo si queréis sorprender a alguien (guiño, guiño) o si buscáis algo distinto con amigos.

Un besote muy grande a todos y que tengáis una felicísima primavera ^^

Carolina.

Pues hombre, guapos, guapos, no somos, pero la foto tiene su encanto ^^