lunes, 24 de marzo de 2014

SUSHI & BUEY

¡Hola caracolas!

Ya no sé si hablar del tiempo o no porque parece que cada vez que digo que ya hace bueno, viene un nubarrón y me lo fastidia todo, así que voy a cambiar de tema. Es más, voy a ir al tema directamente.

En la entrada anterior comenté (un poco de pasad)a que había tenido ciertos problemillas con la comida de un restaurante, y a pesar de que hoy no voy a tratar ese tema, sí que os voy a ir diciendo que todo se reduce al "peligro" del pescado crudo y la carne poco hecha. Por suerte, todo se ha quedado en un susto entre comillas y no ha sido lo suficientemente grande como para alejarme de dos de mis mayores pasiones: el sushi y las hamburguesas, y en honor a dichas exquisiteces va la entrada de hoy.

Esta vez os llevo a Sushi & Buey, un restaurante que, como su propio nombre indica, está especializado en comida japonesa y americana. Se encuentra en la avenida de Logroño 112 (metro Barajas L8) y tiene una web donde, además de fotos e información sobre otros restaurantes del mismo grupo, vais a poder ver la carta (y los precios) al detalle.

Conocí este restaurante hace bastante pero no nos animábamos a ir porque nos parecía caro y no tenía menú del día (cosa que para mí es imprescindible antes de animarme a pedir de carta), así que cuando nos enteramos de que habían puesto menú, fuimos con mogollón de ganas (y apetito). Por otra parte, mi amiga Zuli me había dicho que a pesar del precio, las hamburguesas estaban muy buenas, así que doble excusa para ir a probarlo todo :)

Como ya he dicho, nos lanzamos de cabeza a por los menús y resultaron todo un éxito. Podéis elegir entre dos precios (alrededor de los 13€) y lo bueno es que ambos tienen bastante donde elegir y todo cosas super apetecibles, nada de platos de tercera división.

Para empezar elegimos unos entrantes bastante variados y "contundentes" para empezar bien la comida: langostinos rebozados en panko, gyozas (no recuerdo si de carne o verdura) y unos nachos con queso y guacamole (¡no podían faltar, jaja!). Las tres cosas estaban muy ricas, pero me sorprendieron los langostinos y la salsa que llevaban, no esperaba que fueran a gustarme tanto :)

Langostinos, gyozas y nacho, ¡rico, rico!

Los principales fueron más difíciles de elegir ya que todo nos apetecía mucho (sin duda alguna volveremos en breve para ir probando todo lo demás), pero tras unos minutos de consenso pedimos una hamburguesa Cheese & Bacon (con Gouda y bacon), otra Sushi & Buey (con boletus y cebolla caramelizada) y un tartar de salmón (con aguacate y arroz).
Las hamburguesas estaban deliciosas y el punto de la carne perfecto, así que sin duda alguna están en mi Top 10 personal de "las mejores hamburguesas que he comido".
Lo que me gustó menos fue el tartar, y es una lástima porque es un plato que adoro. No es que estuviese malo el salmón, ni el aguacate, ni el arroz, sino que llevaba un aderezo que le daba un sabor muy extraño que no me gustó nada de nada. Por suerte, a Tony le pareció riquísimo, así que me comí yo su hamburguesa y él mi tartar xD

Las hamburguesas y el famoso tartar de salmón

Y como no podía ser de otra manera, caí en la tentación de pedir un postre ^^
Lo cierto es que tienen varios con unos nombres muy suculentos, pero a mi padre adora el brownie y yo, como buena hija, no le puedo negar ningún capricho, así que si mi padre quiere brownie, ¡se pide brownie!
Sabroso, calentito, con mogollón de chocolate, helado... Sin duda un final digno de cuento.

¿No os entra hambre al verlo?

De la comida ya no queda mucho que decir pero sí os puedo contar que el local es muy chiquitito (no sé siquiera si llegará a las 10 mesas) pero tiene buen ambiente y la moderna decoración ayuda a conseguir la velada perfecta.
Por sacar algún "pero" voy a destacar que la música estaba demasiado alta (al menos era buena) y cuando preguntamos si la podían bajar un poco se hicieron los locos... Los camareros, a pesar de ser bastante atentos y bastante rápidos, eran un poco tiesos y quizá con una sonrisilla hubiesen conseguido hacernos sentir un poco más cómodos.
Respecto al precio, como ya he dicho más arriba, a diario se puede comer muy bien por menos de 15€, aunque si pedís de carta os puede salir un poco más caro, alrededor de 20€ (pidiendo hamburguesa o compartiendo sushi, si no ya se va a bastante más). No me parece especialmente caro, aunque sí creo que podrían bajarlo un pelín.

Valoración general: un 9.3, porque sin duda alguna la comida se merece un buen sobresaliente (a pesar de que sea un poco caro, tenemos que pensar que la calidad también se paga) y si no se llevan el 10 es por el detalle feucho de la música.

Y hasta aquí por hoy. ¿Es curiosa la mezcla hamburguesa/sushi, verdad? Pero seguro que a más de uno se le ha abierto el apetito, ¡jeje!
Sin duda hoy tengo que mandar un besote muy grande a Zuli por los 20 años de amistad (madre mía... 20 ya...) y por la gran recomendación :) Y otro para todos los que me seguís, que ya sé que sois muchos y me hace mogollón de ilu que me contéis, preguntéis... ^^

Carolina.





viernes, 7 de marzo de 2014

DONZOKO

¡¡Hola!!

Ya huele a primavera, ¿verdad? ¡Qué ganas de volver a tomar el solecito, salir al parque, comer en la calle...! ^^
 El curso y el trabajo se me están complicando más de lo previsto, pero aún así voy a intentar actualizar el blog lo máximo posible para teneros a todos muy contento, ¡jeje!

El sitio que os presento hoy es muy especial para mí, ya que fue parte del regalo de Navidad que le hice a Tony. No se me da muy bien eso de regalar "cosas físicas" así que suelo recurrir a restaurantes, teatros, escapadas... (¡y nunca falla!). Esta vez le tengo que dar directamente las gracias a Javi que fue el que me dio la idea de este restaurante y del que salió tan contento como salimos nosotros :)

Y sin más preámbulos os presento el Donzoko, un restaurante japonés de los mejorcitos de Madrid y que está en plenísimo centro: en la calle Echegaray 3 (metro Sol L1, 2 y 3). No me ha sido posible encontrar su web, pero si buscáis en Internet vais a encontrar muchísimas referencias, fotos, opiniones, etc, que probablemente os sean bastante útiles antes de ir.

A primera visto el local os puede resultar un poco "viejo" pero tenéis que tener en cuenta que se inauguró a principios de los 90 y siempre han intentado mantener el aspecto tradicional japonés. Así que de antiguo, nada, en todo caso, "vintage", ¡jeje!

¡Casi parece que estamos en Japón!

Vamos al tema gastronómico.
La carta es muy amplia y vais a encontrar cualquier plato japonés que se os pase por la cabeza, pero id con ojo porque no es barato.
Si me permitís un consejo, os recomiendo pedir el sukiyaki, que es una cazuela con caldo a la que vas añadiendo tiras muy finas de ternera y varias verduras. Lo curioso es que te llevan la cazuela directamente a la mesa y ahí se va hirviendo todo poco a poco. Creo que eran 30€ y pueden comer perfectamente 3 personas.
Por otro lado, si preferís probar el sushi os recomiendo pedir alguno de los "platos combinados" que están a muy buen precio y así podréis probar varias cosas. Ésta fue la opción que elegimos nosotros y, en concreto, pedimos el makunouchi y el sashi-tei.

Primero nos trajeron sendas sopas miso super sabrosas y calentitas, y además unos entrantes a base de verduras, atún y tofu.

¡Hay que ver lo buena que estaba la sopa!

Como ya os he dicho, pedimos dos platos distintos, así que de repente nos encontramos con la mesa llena de cosas ¡y de lo más apetecibles!
Como veis, comimos makis, sashimi y niquiris de todo tipo: salmón, atún, pez mantequilla, caballa... Además había tempura, verduras cocidas y cinta de lomo a la plancha, y ni que decir tiene que estaba todo riquísimo. El pescado tierno, el arroz en su punto, las verduras crujientes... una delicia. ¡Ah! Y todo acompañado de enormes boles de arroz blanco, claro.

Buena pinta, ¿verdad?

Y no nos podíamos ir sin postre, ¡claro! Nos sorprendió gratamente ver que tenían un montón donde elegir, aunque lo que no nos agradó tanto fue el precio, ¡jeje! Aún así hicimos de tripas corazón y nos lanzamos a degustar un rico mochi (relleno de té verde) y una gallena rellena de pasta de judías dulces con forma de pez llamada taiyaki ¡y que estaba como para comerse una caja entera!

Los postres, simpre imprescindibles

Tal y como he dicho más arriba, no es un restaurante barato, pero hay que tener que cuenta la calidad de los alimentos y el renombre (que quieras que no, ayudas a subir unos eurillos) así que, si vais, id haciendoos a la idea de que por menos de 25€ es difícil comer (todo lo que habéis visto en las fotos más dos refrescos nos costó 56€).
La atención del personal es muy buena y puedes ver en todo momento cómo preparan el pescado. Recomiendo ir pronto a mediodía o si es en cualquier otro momento, reservar, puesto que no es muy grande y suele llenarse.

Valoración general: un 9.5. En cuanto a relación calidad/precio creo que está todo lo bien que se puede esperar, fueron muy amables en todo momento, pero quizá deberían modernizar un pelín el local y ampliar el horario ya que es bastante limitado.

Y por hoy, esto esto es todo.
Como veis, la Navidad nos salió bastante bien, ¿verdad? :)
Antes de despedirme, quiero mandar un besote muyyyy grande a Javi, por ser un tremendísimo amigo, recomendaros un blog, Gominolas de Petróleo, que está muy, muy chulo y donde vais a poder resolver mogollón de dudas sobre alimentación (y cuyo creador me ha resuelto una duda existencial sobre carne picada que me ha traído varias semanas por la calle de la amargura, ¡¡mil gracias de nuevo!!).

Ahora así. ¡nos vemos en la siguiente entrada! ^^

Carolina.