martes, 18 de febrero de 2014

COSTUMBRES

¡¡Holaaa!!

Hoy estoy muy, muy contenta :)
He estado echándole un ojo a las estadísiticas del blog y he visto cosas muy interesantes, además de darme cuenta de que lo que escribo tiene mucho más alcance de lo que pensaba. Por otra parte me han dejado últimamente varios comentarios super chulos, así que más que contenta estoy radiante. ¡Muchísimas gracias a todos!

Esta semana os voy a hablar de un restaurante con el que empecé con mal pie y de mala uva y, por suerte, acabé con un agradable sabor de boca (y nunca mejor dicho).

Se trata del Costumbres, un restaurante peruano sitaudo en la Corredera Baja de San Pablo 37 (metro de Gran Vía L1 y 5, o Tribunal L1 y 10). Tienen una web un tanto "complicada" pero os va a servir para haceros una idea de dónde vais a comer.

A Tony siempre le ha gustado mucho la gastronomía peruana, así que cuando descubrimos este restaurante fuimos con toda la ilusión del mundo. Hicimos una reserva para un domingo por la noche y cuando llegamos ¡sorpresa! Estaba cerrado. Cerrado cerradísimo. Por suerte había un señor que nos dijo que (como ya habíamos visto) los domingos por la noche cerraban, que habría sido un malentendido, así que con mucho enfado nos fuimos y acabamos en el Sumo.

El segundo intento (y también con reserva) lo hicimos un viernes por la noche, y esta vez todo salió según lo previsto.
Si vais, que no os engañe el "paisaje": os vais a encontrar con una calle feucha, una fachada antigua y un restaurante un tanto desaliñado, pero Madrid es lo que tiene, una mezcla raruna de sitios y buena comida donde menos te lo espras.

La carta es bastante amplia, y tuvimos que pedir algo de ayuda para entender qué queríamos pedir. Los camareros resultaron ser muy majos y agradables, por lo que suman un gran punto a su favor.

Como entrantes pedimos papas a la huancayna y ocopa arequipeña, que son papatas con distintas salsas bastante suaves y muy buenas. Además nos trajeron una especie de ensaladilla rusa (pero mas eleborada y de la que no recuerdo el nombre) que no estaba mal.
Lo que no podíamos dejar de pedir era el ceviche (pescado en trocitos marinado) y a pesar de que otras veces que lo he probado no me ha gustado, tengo que decir que éste me sorprendió para bien: muy rico.

Papas, "ensaladilla" y ceviche
Los principales sí que los teníamos un poco más claros puesto que ya los habíamos probado antes. Tony eligió ají de gallina (gallina con una salsa picante acompañada de arroz y patatas) y yo pedí anticuchos (corazón de ternera a la parrilla). Quizá con los nombres y la descripción no os den muchas ganas de probarlo, pero creedme cuando os digo que no conozco a nadie que recelara de estos platos y luego no haya dicho que estaba riquísimo.

Ají de gallina y anticuchos, ¡se me hace la boca agua!
El postre fue lo más decepcionante: un arroz con leche muy normalito y un triste alfajor. No es que no estuviera bueno, pero me esperaba algo más.

Los tristes postres
Como ya he dicho antes, el local no es especialmente bonito y está todo bastante antiguo. A mí no me importa que el sitio sea así mientras la comida sea buena, pero sí creo que deberían cuidarlo un poco más y quitarle ese aspecto cutre.
De nuevo destaco la amabilidad del personal y las ganas y buen hacer que le ponen a todo.
El precio es muy asequible: por unos 14€ puedes comer mejor que bien, y os aseguro de que, aunque los platos no son especialemente grandes, no os vais a quedar con hambre.

Valoración general: un 8.5. Es una pena no poder ponerles el sobresaliente, aunque sin duda alguna se lo daré cuando le hagan un buen lavado de cara a las mesas, sillas, paredes... Sin duda es un sitio que engaña para bien, ya que la comida estaba deliciosa. Repetiremos seguro.

¿Qué? ¿Os ha entrado hambre? A mí desde luego que sí, jeje!
Costumbres es un sitio de lo más pintoresco y al que no hubiese entrado de no haber sido por una buena recomendación (y un buen precio), así que no dudéis en hacerles una visita porque no os va a decepcionar.

Un besote bien grande a todos y os veo en la siguiente entrada. ¡Ah! Y gracias por todos los comentarios, likes, RTs... que estoy segura que me vais a dejar ^^

Carolina.

lunes, 10 de febrero de 2014

MANUAL DE SUPERVIVENCIA I: BÉGICA Y HOLANDA

¡Hola de nuevo!

Hace mogollón que no me paso por aquí para contar alguna nueva experiencia gastronómica, pero esta vez tengo un buen motivo para justificar mi ausencia: he estado de vacaciones.
Exacto, vacaciones en enero, pero vacaciones al fin y al cabo :)

Realmente solo han sido 5 días (pero han cundido como un mes) de road trip por dos países preciosos y a los que cada vez que voy, me quedo con ganas de más: Bélgica y Holanda.
Pero tranquilos, no os voy a explicar los cientos de sitios que hemos visitado, voy a hacer una pequeña review gastronómica de lo que más nos ha llamado la atención, gustado, desagradado, etc.
Creo que no es necesario que os diga (pero aún así lo voy a hacer) que salir de España es carísimo en casi todos los aspectos. Como os podéis imaginar, la comida no es una excepción, y más de una vez  durante estas vacas, he echado de menos mi querida Madrid y sus menús del día, jeje!

Los sitios que visitamos son bastante turísticos, por lo que hay que tener mucho cuidado a la hora de elegir dónde comer ya que a la mínima os pueden dar un sablazo. Os recomiendo alejaros lo máximo posible de los principales núcleos de turismo y entrar en algún sitio pequeño y poco llamativo.
A una mala siempre podéis recurrir a la típica cadena de comida rápida…
También tenéis que tener muy en cuenta los horarios: la comida suele ser de 12:30 a 14:30 y la cena de 19:30 a 21:30. Nos costó bastante adaptarnos a este nuevo horario, y ni que decir tiene que cuando llegamos a Madrid a media tarde estábamos como locos por cenar, jaja!
Otra cosa que os aconsejo es desayunar en los mismos hoteles en los que estéis: lo habitual es que sean de buffet libre y nada mejor que empezar el día con la tripa bien llena (sobre todo, porque a la hora de comer tendrás menos hambre, jeje!).

[[Podéis clickar en cada nombre para ir directamente a verlo :) ]]

Nuestro viaje comenzó en Bruselas, una ciudad bastante bonita… pero infestada de guiris (como nosotros). No tuvimos que andar mucho para encontrar el Delish, un pequeño restaurante/cafetería con take away donde por 15€ puedes comer bien (hamburguesas, ensaladas, burritos...) y rápido. Además tienen wi-fi, cosa que se agradece.
Y si no, siempre hay un Chi-chi's a mano (una cadena de buffets de comida mexicana)

Después continuamos hasta Gante, una maravilla de ciudad, pero tan pequeña que tuvimos que darle 3 vueltas hasta encontrar un buen sitio para cenar, jaja! Vimos montones de restaurantes chinos y japonés (¡el doble de caros que aquí!), algún italiano, varios sitios preciosos y fuera de nuestro presupuesto, y al final encontramos el Wok A Way. Tenían take-away pero decidimos sentarnos allí  y pedir un par de menús de 12€ con dim-sum, noodles y bebida. Rico, rico, no estaba, pero después de un día agotador, tampoco protestamos mucho xD

Probablemente os intenten "engañar" para que compréis jamón, ¡pero es carísimo!

La siguiente parada fue en la archiconocida Brujas, igual de preciosa que Gante pero más grande… y con bastante más turismo. De casualidad encontrarnos De Gastro, un restaurante de comida tradicional muy mono con menú del día (y wi-fi), donde por 15€ te dan dos platos, bebida y postre, y todo de muy buena calidad. Cenar nos costó bastante más ya que queríamos tomar los famosos mejillones con patatas fritas, pero lo más barato que encontramos era 23€/persona, así que nos quedamos con las ganas. Al final, dimos con un chino super auténtico (soy incapaz de recordar cómo llegamos o el nombre) donde por 15€ nos dieron dos sopas con wan-tun de medio litro, unos noodles con pollo y una bebida. La única “pega” es que era de take-away, pero estaba riquísimo. Creo que ¡nunca hemos comido tan bien por tan poco!

Disfrutando de los noodles en el hotel (dcha.) y la curiosa decoración y revistas del chino (izq.)

El día siguiente fuimos a Amberes, una ciudad extrañamente parecida a Madrid y muy chula, donde no gastamos ni un euro. [[Lo que voy a contar a continuación es bastante “rancio” pero es lo que hay, jaja!]] La noche anterior dormimos en Brujas y resultó que el buffet libre del desayuno era increíble (y con sevillanas de fondo, ¡olé!) así que con mucha discreción nos hicimos varios bocadillos que nos tomamos a las mil maravillas en un parque de Amberes mirando el río. Estas cosas me suelen dar mucha vergüenza, pero la pela es la pela mes amis!
Y ahí estoy yo, contemplando el río 
A continuación vimos un poco de pasada Rotterdam (la ciudad soñada por cualquier arquitecto) y acabamos en Gouda, que además de tener un queso estupendo (creo que aún queda algo en la nevera…), tiene un montón de callejuelas donde perderse y unas cafeterías monísimas. Lo malo es que es bastante turística y los pocos restaurantes que tiene son bastante caros. Por suerte, encontramos un italiano, el Roma, con una carta muy amplia y unos precios asequibles, donde comimos unas pizzas estupendas.

¡No os vayáis sin comprar/comer queso!

El cuarto día visitamos Utrecht, una ciudad universitaria (del estilo de Salamanca) increíblemente bonita de la que nos enamoramos completamente. Quizá por eso de tener tantos estudiantes pululando, los precios son algo más bajos que en el resto de ciudades que visitamos. Paseando, dimos con la hamburguesería Meneer Smakers, con wi-fi y unas excelentes y baratísimas hamburguesas gourmet (ese negocio en Madrid, triunfaría seguro). Es el sitio que más recomiendo de todos en los que hemos estado, así que no dudéis en buscarlo si vais algún día.

¿Tiene o no una pinta increíble?
Nuestras últimas horas en Holanda las pasamos en Ámsterdam, ciudad de grandes canales, parques y museos (y vicios) que va mucho más allá de lo que cualquiera os pueda contar. Tiene unos 700.000 habitantes así que podéis encontrar cualquier cosa y a precios muy distintos. Por la noche elegimos un restaurante argentino llamado La Carreta (bastante mejor de lo que esperaba) en una zona del Barrio Rojo que está repleta de restaurantes de todo tipo. Os abordarán por la calle para ofreceros esto y lo otro, así que dadle un par de vueltas hasta que encontréis lo que más os guste.
Al día siguiente comimos en un restaurante americano, el Belushi's (también en el Barrio Rojo) donde por 9€ te podías tomar una hamburguesa enorme y una bebida. Además, para el que le guste, tiene una zona para fumar…

No os podéis ir sin probar los deliciosos chocolates (en cualquiera de sus modalidades...)
Bueno, pues creo que por hoy es más que suficiente.
De ahora en adelante, y hasta que lleguen los exámenes, volveré a retomar semanalmente el blog para ofreceros lo mejor (y lo peor) de Madrid.
Espero que os haya gustado la entrada especial de hoy y si alguien quiere direcciones de hoteles, parkings, recomendaciones, etc, que no dude en pedírmelo :)

Un besote muy grande a todos, y uno especialmente empalagoso a Tony, porque sin él este viaje no habría sido tan perfecto :)

Carolina.